martes, 19 de julio de 2011

Gisella Campori

Fuente Clarin 16/07/11

Poco después de la seis de la tarde de ayer, con el cielo queriendo deshacerse en una lluvia, Gisella Campori (32) entró rengueando a su casa de Don Torcuato, en el final de una trágica trama que se había desatado en la madrugada y que tuvo como protagonista principal a su ex pareja: un vigilador privado que irrumpió en su hogar, la atacó a ella a cuchilladas, asesinó a puñaladas a su abuelo y se llevó secuestrado a su hijo, un bebé de un año y medio . El nene fue rescatado ileso unas diez horas más tarde.

Todo había comenzado a las 4.10 de la madrugada de ayer, en una casa ubicada en la calle Buschiazzo al 1000, a pocas cuadras de la ruta 202, en la localidad de Don Torcuato. Allí vivían la abuela de Gisella con su pareja, Juan Franchuk (58). Y en una construcción de ladrillos en el fondo del terreno vive la joven con su bebé. Unos 3 meses atrás, se había separado de su pareja y padre del nene , el vigilador Miguel Oscar Dabeira (36).

El hombre conocía bien el lugar. El también había vivido ahí unos dos años, hasta que se separaron. El motivo: conoció a otra y abandonó la casa. El drama comenzó cuando quiso retomar la relación.

En la madrugada de ayer, después de varias denuncias presentadas por Gisella contra él por amenazas, Dabeira logró saltar a su jardín .

“Yo estaba durmiendo en el fondo y escuché gritos. El estaba golpeando a mi abuelo y fue corriendo para mi casa y empezó a gritarme: ‘Hija de puta, te voy a matar’. Me rompió el vidrio y tiró el placard que yo había puesto en la puerta”, relató Gisella. “Entró y ahí fue cuando me hizo un corte en el cuello y dos en una pierna”.

Gisella dijo que el vigilador comenzó a golpearla y que, cuando estaba por clavarle una cuchilla, su abuela le gritó: “No, es la madre de tu hijo”. “Ahí se tranquilizó y me dijo que agarrara mis cosas para ir con él. Yo le dije que sí, me fui para el fondo, agarré la llave y me escapé a la calle para pedir auxilio. Ahí él se llevó a mi hijo”, contó.

El abuelo, Juan Franchuk, intentó mediar y entonces Dabeira le metió un certero cuchillazo entre las costillas y lo mató . Luego, el hombre huyó con su hijo, saltando por las casas vecinas.

Cuando empezaron a acercarse los vecinos, Gisella ya había sido llevada al hospital. Teresa, su abuela, no entendía nada.

La Policía y la Fiscalía de Don Torcuato comenzaron a actuar para recuperar al chiquito. Dabeira, con el nene en su poder, comenzó a amenazar por teléfono a la familia de su ex pareja. Hasta que el padre de Gisella lo convenció de que dejara al bebé en la casa de un amigo, en la localidad de Bernal. Los policías fueron a interceptarlo pero un piquete les impidió llegar a tiempo . Así que tuvieron que perseguir al amigo, al que ubicaron en un peaje de la autopista Dellepiane y 25 de Mayo cuando iba hacia Don Torcuato.

Luego de rescatar al bebé, los policías lo llevaron de manera preventiva al hospital Materno Infantil de Tigre. Pero estaba en buen estado y enseguida lo reunieron con su madre.

Faltaba detener al asesino. En uno de los llamados, Dabeira ya había adelantado que había decidido entregarse. La Policía sabía que se movía a pie o en transporte público. Finalmente, el vigilador terminó presentándose en una comisaría del sur del conurbano y quedó preso .

Al regresar a su casa con su hijo, Gisella dijo: “Yo ya lo había denunciado varia veces. Pero no puedo creer cómo estaba durmiendo con el enemigo, con un monstruo al lado mío.

Me decía que me quería matar y que no le importaba ir preso , pero que yo nunca iba a tener a mi hijo. No me mató a mí porque no le di tiempo, pero me hubiera matado”.

La mujer entró a la casa y fue a ver a su abuela, que hasta entonces la había esperado junto a amigos y familiares. Gisella la saludó y agregó: “El planeó todo, fue premeditado. Sabía la hora en la que mi abuelo salía a trabajar.

Ahora quiero que se haga justicia , que cumpla la pena que se merece y que no salga nunca más”.

martes, 12 de julio de 2011

Caso Fuertes

Fuente La Nación 12/7/11

Aunque parezca increíble, la familia de la joven que fue agredida por su ex novio en City Bell resolvió no continuar con la causa penal contra el joven.

"Tomás no es agresivo. Siempre nos ha acompañado. Queremos que se resuelva de otra manera. Si tiene un problema psiquiátrico, que se atienda, y que no se acerque a mi hija. Esperamos equivocarnos", expresó Gustavo Fuertes.

Y es que ambas familias tienen una estrecha relación, con muchos vínculos en común, y los Fuertes conocen al chico desde hace mucho tiempo.

"No vamos a continuar con la causa penal. Como la carátula es por heridas leves, nos dieron la opción de seguir o no, y decidimos no continuar. No queremos ojo por ojo y diente por diente", declaró Gustavo.

Además, contó que fue él quien llamó al padre de Tomás para contarle lo que había sucedido.

Tomás Trebinno, rugbier platense de 21 años, atacó con una trincheta a su ex novia, Consuelo Fuertes, de 20, a quien le desfiguró la cara y apuñaló en la espalda. Después, intentó matarse cortándose el cuello.

Según consigna el diario local El Día, vecinos y familiares de la víctima lograron contenerlo y evitar una tragedia.

Anoche, la joven y el agresor permanecían internados en el hospital San Roque de Gonnet. De acuerdo con las últimas versiones, ambos estarían fuera de peligro.

La agresión. El dramático suceso ocurrió ayer, alrededor de las 15.40, en una vivienda de calle 31 entre 470 y 473, de City Bell, donde vive la víctima.

Según los investigadores, hace alrededor de un mes y medio los jóvenes habían terminado con la relación, pero él se resistía.

Presuntamente, el joven llegó a la casa de su ex y la llamó para que saliera a saludarlo. La joven no había terminado de darle un beso, cuando él sacó una trincheta y le cortó la cara, a la altura de la nariz y la boca. Cuando cayó al piso el joven, enfurecido, la hirió en la espalda.

Enseguida, el estudiante, con la misma trincheta, se provocó un corte en el cuello.

---------------

Desde Juanas en Lucha desaprobamos que no continue con la causa: la victima y los familiares y encontramos una actitud de cinismo por parte de Gustavo Fuertes. Todo lo sucedido en este hecho se encuadra perfectamente en los perfiles de victimario por violencia de genero. Casi nisiquiera haria falta citar bibliografia. Hay incluso casos similares de violencia de genero donde despues de atacar a la victima ya sea por primera vez o no donde el victimario acomete un daño a si mismo utilizando elementos cortantes o no. Conozco personalmente uno no muy reciente en Lugano que no tuvo publicidad.